Concebido como una de las factorías de ideas o centro tecnológico más destacados de Europa, el Citilab de Cornellá, es un laboratorio de iniciativas tecnológicas ciudadanas que recoge tres ejes principales: aprender a utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), ser un punto de encuentro entre la innovación y el sector empresarial y servir de espacio ciudadano para la colaboración en red. Como destaca su director «este laboratorio ciudadano es un espacio para activar la capacidad creativa e innovadora de la gente». En otras palabras una forma inteligente de aproximar la tecnología a la ciudad y un más que posible polo de dinamización de ideas basadas en tecnología con el fin de ser un embrión de proyectos de interés empresarial y ciudadano.
Cerca de cumplir su primer año y para celebrarlo organiza las más que interesantes «Jornadas sobre Tecnociudadanía y SocioInnovación» con una importante focalización de tiempo sobre los talleres y los casos prácticos y solo el tiempo imprescindible para lo que ellos denominan las «charlas relámpago» o ponencias de 5 minutos hiperconcretas y ultrasintéticas.
Evento participativo donde los haya, solo tenemos que leer la frase de entrada del evento para hacernos una idea de lo que vamos a experimentar: «Trae tu proyecto y encuentra más gente que participe en él«. Los talleres se agrupan en 6 temáticas:
- Grupo A: La innovación colaborativa productiva:Conceptos de innovación abierta en lo social, tecnológico y empresarial.
- Grupo B: Periodismo ciudadano: Blogs y blogosferas, iniciativas y herramientas destacadas para la participación crítica.
- Grupo C: Educación digital: Nuevas formas de aprendizaje y de apropiación tecnológica para la educación.
- Grupo D: Urbanismo emergente: La ciudad emergente y el urbanismo digital, tejidos sociales y apropiaciones urbanas.
- Grupo E: PoliTICa y e-government: Participación digital y administración electrónica, e-democracia.
- Grupo F: Ciudadanos digitales coordinados:Redes ciudadanas, mercados de intercambio y bancos de tiempo coordinados, movilidad comunicativa.
Se convierte así en una más que aconsejable y justificada ausencia de la oficina para todos aquellos que realmente quieran ver, escuchar e interactuar con el verdadero estado del arte de proyectos de acción ciudadana, innovación, comunicación, aprendizaje, que destaquen por tener un componente social y tecnológico.